Clara en Ueno


Cuando Clara llegó al final del camino de los cerezos, dejó de llover. El agua había caído fina y delicada sobre los millones de flores rosas que cubrían los árboles. El sol los iluminó a lo largo del paseo que va desde el estanque de los lotos, hasta la pagoda del templo Kaneiji. No podía dejar de mirarlos. Qué bonitos, tan rosados! Parecen nubes de azúcar! Después de un buen paseo, se sentía más tranquila, más serena. Una esbelta pareja de adolescentes con kimono, cerró la sombrilla con la que se protegían de la lluvia. Se besaron con ternura, y en sentido contrario al de Clara, siguieron su camino alejándose con solemnidad, perdiéndose entre los cerezos. Pensó en Borja. Bajo los farolillos del templo, un hombre disfrazado de Elvis reía con grandes carcajadas, mientras su hijo, con un globo de oso panda, saltaba una y otra vez en un charco. El niño se rebozaba de barro mientras su padre se arreglaba el tupé. Clara, sin quererlo, dibujó una fugaz sonrisa. Más adelante, un pequeño puente de piedra, fría, gastada y verdosa, hacía de salida del parque en dirección a la estación central de Ueno, cruzando un riachuelo lleno de juncos. Unos peces de colores nadaban sin sentido aparente, sin rumbo, subiendo y bajando tontamente por aquel canal de aguas turbias. Clara clavó los codos en la fría piedra y apoyó la barbilla encima de las manos. Uno de los peces nadaba lento, pesado, como si el agua fuera más espesa de lo normal. Parecía cansado, enfermo. Iba haciendo eses, hizo un ocho y lentamente volvió a las eses. Clara cerró los ojos, respiró profundamente y se puso triste.
Empezó a llover de nuevo, esta vez con más fuerza. Clara salió del parque, hizo una bola con el chubasquero, lo embutió en la mochila y entró en la estación sin saber aun a dónde ir. Tras cruzar las puertas automáticas, un golpe de aire caliente le dio en la cara. En el hall principal, multitud de máquinas expendedoras de toda clase; Tes., refrescos, golosinas, chocolatinas. Bajo el inmenso techo de vidrio y metal, centenares de hormigas con traje y corbata entraban y salían nerviosas por las innumerables puertas, ascensores y escaleras mecánicas. Por el gran pasillo central, hileras de robots de carne y hueso, con paso militar, desfilaban decididos hacia algún sitio. Los que iban, por la izquierda y los que venían, por la derecha. Danzaban abducidos, imperturbables. A los lados de ese pasillo principal, se alternaban decenas de comercios. Una tienda de cerámica, un puesto de bento, un McDonalds, una librería, un 7eleven, un Starbucks, una tienda de kimonos, un ramen-ya, un Hard Rock Cafe, un pachinko parlour. Letreros, carteles y anuncios de infinitos colores y formas. Los rótulos de la JR se repetían uno tras otro. Las salidas en amarillo EAST EXIT Park Gate - WEST EXIT Iriya, en verde YAMANOTE LINE 1, IKEBUKURU LINE 3 en azul . Flechas, colores, números, pictogramas. Pese al caos, en la estación, era imposible perderse. Todo estaba en su sitio. Escrupulosamente ordenado
Sentada en la terracita del McDonalds, comiendo sin hambre, miraba la incesante marabunta. Comenzó a pensar en ir al hotel, pasar un buen rato en el onsen* y comprar el billete de vuelta a casa. Puede que al llegar me apunte a clases de yoga, pensó. El ketchup y la mayonesa se le escapaban de la boca por las comisuras. Pensó en Borja. Abrió Instagram. Vaya, que raro, hace mucho que no cuelga nada! Después de repasar el Facebook y ojear el Whatsapp comprobó que nadie le decía nada. Ni una notificación. Volvió a mirar a su alrededor con cara de aburrimiento. Se tocó el pelo, como peinándoselo hacia atrás con la palma de la mano. Mecía la pierna derecha, como un péndulo, marcando el paso del tiempo. La pierna de Clara dejó de moverse, puso las palmas de la manos sobre la mesa, y estiró el cuello hacia adelante entrecerrando los ojos, enfocando, como una leona acechando la presa. Algo blanco, reluciente y fuera de lo normal. La gente pasaba por encima sin parecer prestar atención. Decidida, saltó de la silla, y empezó a caminar. A cincuenta o sesenta metros de allí, en el suelo, en medio de aquel río humano, aquello continuaba llamando la atención de Clara. Absortos por la inercia, nadie se había dado cuenta. Clara, como pudo, consiguió llegar allí haciéndose paso entre la gente. Se paró, se arrodilló y comprobó con detenimiento que era aquello. Una StanSmith blanca. Agachó la cabeza hacia abajo y se miró los pies. Exactamente iguales que las suyas. Entonces se puso en pie, cogió la zapatilla y la escaneó con la mirada. La zapatilla estaba limpia, nueva, impecable. Tenía unas cuantas hormigas correteando intranquilas por el empeine, por los cordones, por la lengüeta. Clara, las giró, y vio algo verde y pegajoso enganchado en la suela. Parecido a un chicle, el propietario parecía haber pisado un pedazo de mochi* antes de perderla. En un acto reflejo e inconsciente olió la zapatilla, comprobó que no olían en absoluto. Como un faro, fue girando la cabeza echando un vistazo a su alrededor, intentando buscar alguna cosa que le diera una pista. Ningún movimiento sospechoso o revelador. Caminó y se acercó a un señor uniformado.
  • Hola, buenas tardes. Mire, he encontrado esta zapatilla.- Dijo mostrándola.
  • 申し訳ありません、私は理解していません - El guarda de seguridad no la entendía.
  • Ufff… perdone, es que no hablo Japonés!
  • あなたは情報ポイントに行く必要があります - Él intentaba decirle que preguntara en el punto de información.
  • No nos entendemos señor, lo siento. Bueno, muchas gracias de todas maneras !
Durante el resto del dia, Clara vagó con la zapatilla en las manos por aquella estación. Volvió a ponerse triste, derramó alguna lágrima, pero ella continuó buscando al dueño de la zapatilla. O su propio futuro. O, probablemente, cualquier cosa que hiciera que todo volviera a tener sentido.






Apéndice :
*BENTO: Especie de menú degustación para llevar, con variedad de comidas ( arroz, pescado, verdura…) colocadas por separado, en una cajita de madera o cartón.
*RAMEN-YA: Cadena de restaurantes de ramen ( plato típico a base de fideos y caldo )
*PACHINKO: Es un sistema de juegos muy similar al de los pinballs. Estas combinan un moderno sistema de vídeo.
*JR: Abreviatura de Japan Rail ( compañía nacional japonesa de ferrocarriles ) También cubren algunas líneas de metro y ferrys a las islas más importantes.
*ONSEN: Son los baños tradicionales japoneses, tienen un gran Ofuro (bañera/piscina), otros tienen dos, uno interior y otro exterior; hay Onsen que tienen varios ofuros con diferentes temperaturas o cualidades curativas o de belleza, también tienen sauna (esta suele tener televisión), jacuzzi.
*MOCHI: Pastel de arroz japonés hecho de mochigome, un pequeño grano japonés de arroz glutinoso.

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